Me gusta repetir argumentos. Es de lo mejor que me sale.
Estamos en un momento especial de la Argentina. O al menos así lo entiendo yo. A los que nos gusta la política, eso que permite transformar realidad a partir de acciones, hace unos cuantos años que nos dimos cuenta de que no era un momento en esta loca historia de nuestro país.
Yo me di cuenta cuando un flaco desgarbado se plantó. Me habló a mí. A mi hermano. A un amigo. A aquel vecino. Al de la vuelta de casa. Al que vivía en otra provincia. A partir de allí comprendí que yo tenía que tener un rol. Menor, mayor, pero un rol. En pos de algo. A favor de algo.
Hace años que lo vengo haciendo. En mayor o menor medida, pero de forma constante. El kirchnerismo, ese movimiento social increíble que realmente revolucionó el país, es la fuente de una agenda alternativa que nadie pensó hace 10 años atrás que se podía construir en la Argentina.
Ahora bien. Pasan muchas cosas a lo largo de los años. Las personas vienen listas y de fábrica para cometer errores y tratar de taparlos. Durante los 9 años del kirchnerismo hemos visto infinitos de estos errores. De políticas y funcionarios que no hacían al todo sino a lo particular. A sus "cosas". Y eso, en el fondo, manchaba de cierta manera la idea generalizada.
Como todo proceso coherente, cuando suceden estas cosas, hay que actuar. Y se actuó. En mayor o menor medida, pero se actuó siempre. Así se fueron muchas personas de este Gobierno y se fue para atrás en muchas cuestiones.
Pero el tema es cuando las cosas no dependen de unos, sino de otros. Y ahí está el problema: los otros son un conglomerado de intereses económicos y políticos donde es difícil diferenciar cabezas pero fácil sentenciarlos. Son los otros.
Bien dije recién: en todo proceso coherente se actúa. El tiempo le dirá a Boudou, un verdadero soldado del modelo (sería ilógico no tildarlo de tal), que deberá hacer. Si lo que "dicen que hizo" es así, tendrá que tomar sus decisiones. Sino, se verá.
La oposición: medios + intereses económicos, son el problema. Atacan sin fundamentos. Atacan por atacar. Atacan escudados en papel, en miles de minutos de televisión y radio. Atacan, es lo que mejor sale hacer.
El problema de los que estamos en esto es entender en qué vereda estamos parado. No es Boudou. El tiempo, que es sabio por eso es tiempo, lo dirá. Si comprendemos qué es realmente lo que queremos como país y como proyecto para los años que vienen. Las personas no hacen a un modelo solo aquellos referentes que guían al mismo. Y acá la única intocable es Cristina. La vereda la pone ella. El tiempo, hablará por si sólo.
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