sábado, 25 de enero de 2014

La batalla contra las corporaciones



¿Se preguntaron alguna vez por qué la gente rechaza a veces de plano al kirchnerismo? Cuando digo "de plano" es sin argumento, por el simple motivo de rechazarlo. La respuesta se da en la confrontación, ese término que muchos temen. El kirchnerismo vino a confrontarse en cada etapa de sus distintos gobiernos con los diferentes poderes reales y espurios del país y el mundo. La Justicia, los medios, los vestigios de las fuerzas armadas, el campo, las empresas públicas privatizadas, las corporaciones económicas, las potencias mundiales, las políticas de los organismos multilaterales de crédito, etc.

En cada día, en cada mes, en cada año, se libraron, se libran y se librarán batallas. Contiendas. Confrontaciones. El kirchnerismo vino a irrumpir en la escena política no para ser un actor de reparto, sino para ser protagonista. No quiso un Estado manejado con gerentes, sino un Estado presente, reparador, sanador e igualador.

Y así conocemos cientos de confrontaciones. Batallas. Contra los que no quieren que nada cambie. Contra los que no quieren ceder. Contra el individualismo, básicamente.

Un día después de que la compañera Presidenta Cristina Kirchner ganó las elecciones con el 54% de los votos en 2011, se dispuso que la AFIP iba a controlar la compra de divisas. Lo que para algunos fue un "atropello" contra la libertad individual, era una medida que venía a dar una nueva batalla: la que iba contra los especuladores y que lucraban a contiendas de los que menos tenían.

Es interesante el siguiente cuadro que publicó el 4 de noviembre de 2012 el periodista Alfredo Zaiat, especialista en temas económicos y autor del libro: "Economía a contramano". En el mismo da un listado de las seis corridas que bancarias que soportó el gobierno de Cristina (no el de Néstor) durante su primer mandato:


Basta simplemente con mirar las fechas y analizar cada uno de los momentos económicos de esos 4 años. Pero no sólo eso publicó Zaiat, sino también otro interesante resumen de los principales compradores. Es decir, a cara lavada, los que atesoran y especulan:

La nota la publicó luego de varias medidas que el gobierno nacional venía tomando en la búsqueda de parar la fuga de capitales. Hoy, a pesar de la falta de datos más actuales, el informe de Zaiat sigue teniendo vigencia para comprender pór qué, quiénes y cuántos dólares salieron del país.

Un paradigma que nunca podremos entender es por qué a los argentinos les llama tanto la atención el dólar como moneda. Veamos dos análisis, un tanto en broma, un tanto en serio, sobre este punto:



Sí, era más broma que serio. Pero en el fondo deja entrever el problema de fondo: por qué mucha gente tiene un deseo de color verde. Más allá de éste debate que tiene que ver con lo social de la clase media argentina, tenemos que enfocarnos en la pelea de fondo: los que más tienen y menos quieren ceder.

Porque en el fondo lo sabemos: la pelea no es con la persona de clase media que gana un poco más y quiere ahorrar en dólares, sino con el empresario y la corporación que empuja el precio buscando desestabilizar al gobierno.

Es cierto que tuvimos que ceder en esta batalla. Se debió aflojar algunas medidas que tendían a regular el mercado y se cedió en el precio oficial de la moneda provocando un desfasaje que aún no está en claro como incidirá en el día a día. Pero no la perdimos, ni mucho menos. El gobierno no quiere dólares para hacerse rico. Sino para pagar deuda contraída por otros gobiernos, para hacer más previsible al país, para generar más trabajo, para seguir con las políticas sociales activas como la exitosa AUH, el plan Procrear y el reciente plan Progresar. 

Y yo no me quiero quedar mirando como nuestro gobierno realiza todos los esfuerzos contra éstos tipos que lo único que quieren es conseguir un gerente de Estado a costa de ajuste y recorte. NO QUIERO. Por eso la tarea diaria es trabajar sobre el humor social de nuestro entorno. De la gente que tenemos cerca. De esos que están consumidos por los miles de minutos televisivos de TN o las páginas mentirosas de Clarín y La Nación. Ahí tenemos que estar. Sostendiendo al modelo. Bancando los trapos. Acompañando a la Presidenta y al gobierno. 

Y seguiremos dando batalla. Aunque algunos quisieran que esto se termine acá. Aunque algunos agiten fantasmas de todo tipo. Nosotros, seguiremos dando batalla. Porque no vinimos a especular, vinimos a trascender trabajando y poniendo el pecho.




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