Tarde. Eso lo sabemos todos. Pero esto es bancar, no criticar. Para eso estan aquellos que lo único que saben es justamento eso: criticar.
El jueves pasado. Unas cuantas horas luego de la tragedia de Once, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, montó un show mediático: él en medio de rescatistas y personal del SAME felicitando el accionar de la fuerza ante lo que fue un desastre. Sin dudas, el trabajo realizado por los profesionales evitó que el número de muertes sea menor al ya trágico 51. Pero la puesta en escena de Macri, solamente hablando del tema y sin dar una postura o una posible solución a la problemática falló. ¿Por qué? Un día después, encontraban en el cuarto vagón del tren, al cuerpo de Lucas, un joven de 20 años que era el único que quedaba desaparecido.
Muchos, medios, personajes públicos, un sector de la sociedad, le apuntaron a Cristina por no salir a hablar. Claro, están más acostumbrados al show de las palabras que al accionar propio. La Presidenta prefirió el silencio. De unos cuantos días. Se fue a El Calafate y allí, junto a su círculo más íntimo, decidió los pasos a seguir.
Recién el lunes pasado, en Rosario, en el acto de conmemoración del bicentenario de la creación de la bandera se pronunció sobre el tema. Habló de Jusiticia. Habló de buscar a los verdaderos responsables. Habló de un país que necesita saber qué pasó. La Presidenta señores, señoras. No hizo show mediático. Solamente pidió, como primera mandataria, que haya más certezas que dudas.
Prefiero el silencio al show. Prefiero la reflexión al impulso. Prefiero el análisis a la palabra sin sentido. Muchos funcionarios pecaron de ello. Muchos "referentes opositores" también. Pero por eso está Cristina donde está. Siempre un paso adelante. Nunca menos.
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