miércoles, 20 de noviembre de 2013

Moreno, un compañero

Es un apellido cargado de historia para la Argentina. El primero que se nos viene a la mente es Mariano que es Moreno. Revolucionario de Mayo en aquella gesta histórica y patriota, fue el que puso letra y estampa a las primeras crónicas en el país, y en honor a él, se celebra el Día del Periodista en la Argentina.

Pero hubo muchos más Morenos. Es que es un apellido con historia, como ya les dije. El Perito Moreno, uno de los primeros exploradores del Sur argentino que llegó hasta lo que es hoy la zona de glaciares cercana a El Calafate, por ejemplo. Y así podríamos enumerar decenas de personajes públicos que se apellidaban de esa forma.

Pero vayamos a un patriota contemporáneo: Guillermo Moreno.

Patriota es aquel que desde su tarea cotidiana defiende a la Patria haciendo del sentimiento popular por el país y el pueblo, su eje directriz. Moreno es un patriota.

Desde que llegó a la Secretaría de Comercio Interior en 2005, cuando Néstor era el Presidente, todos los cañones mediáticos apuntaban a él. Que tenía malos modales, que estaba loco, que era un patotero, que era un corrupto, que no cumplía órdenes de los superiores de la cartera de Economía salvo las de Néstor y Cristina, y así sucesivamente. ¿Te imaginás ocho años enteros de tu vida con tapas, editoriales, programas de Tevé enteros en tu contra?

Moreno cultivó el bajo perfil mediático, pero una alta exposición ante el sector empresarial. Era la persona encargada de velar por los intereses económicos de la Patria. Nunca escucho esta pregunta en medios o políticos opositores: "¿Qué hubiese pasado en el país sin Moreno?"

En un programa televisivo en febrero de 2010, Néstor contó que había designado a Redrado al frente del BCRA porque en ese momento era necesario una figura como la de éste para estar en ese lugar. Se estaba re-financiando la deuda y se precisaba de un lobbista pro-mercado en esa posición. Es mi entender que Néstor y Cristina pensaron lo mismo de Moreno. Un perfil fuerte y convencido de que al proyecto hay que defenderlo en cualquier lado: en la mesa con las principales empresas de capital concetrado del país, en la Plaza de Mayo contra la protesta rural o en la Asamblea de accionarios del Grupo Clarín haciendo valer el peso del Estado.

Cuando hay un excedente económico se debe dar una justa redistribución de la riqueza. El Estado a través de los impuestos luego debe re-invertir en educación, salud, seguridad, justicia social. Pero el sector empresariado, acostumbrado a ganar a costa de todo sin preocuparse por el rumbo del país debe comprender su rol dentro del juego. La llegada de Néstor y Cristina puso la política por encima de la economía y compañeros como Moreno interpretaron a rajatabla ese ideario.

La partida de Moreno de la función pública fue una decisión estratégica de la Presidenta, líder indiscutible del proyecto político que hace 10 años gobierna el país. Si ella así lo decidió, debemos comprender que es lo que se considera mejor para esta importante etapa que se inició tras las últimas legislativas y el reciente recambio de gabinete.

A Moreno le debemos mucho. Como en su momento a Bielsa le decían "el tiempo te dará la razón", no tengo dudas de que a Moreno se lo pondrá entre aquellos que interpretaron su rol público individual en pos de lo colectivo.

Cierro con algo que siempre me encanta compartir sobre Guillermo Moreno. Hace unos meses, un grupo de estudiantes, subió un video titulado: "Fragmentos de un discurso de amor". La persona que lo pronunciaba era Moreno. Explicaba este proyecto nacional y popular desde el amor. "Porque no podemos trabajar por el OTRO sino es desde el amor". Hermosa concepción de la militancia.



Y con otra frase que publicó en Twitter un integrante de la Secretaría de Comercio antes de conocerse la noticia. "Hace varias semanas que Moreno nos viene diciendo a los más jóvenes: EL FUTURO LES PERTENECE".

Gracias Guillermo.