miércoles, 30 de octubre de 2013

Simbolismos para un comunicador


En 2005 cursé la materia Derecho y Medios de la Licenciatura en Comunicación Social. Me enseñaron ahí la Ley 22.285. Era la normativa que "regulaba" la radiodifusión en la Argentina. La había sancionado la última dictadura cívico-militar de nuestro país. Tenía en su firma la sangre de millones de argentinos. Recuerdo que todos planteábamos que debía haber una nueva Ley, pero que los intentos habían sido en vano y que era MUY díficil que se logre. 

Un año antes, en 2004, había cursado la materia de Teoría de la Información de la misma licenciatura, donde en un momento hablamos de la Ley de Industrias Culturales, donde el Estado salía a defender a los medios que, por su situación económica, podían haber caído en manos extranjeras. Esa ley, promulgada durante el gobierno de Eduardo Duhalde, tenía un beneficiario directo: Clarín.

Claro. ¿Por qué íbamos a interrogar el orden impuesto hace años? ¿Por qué debíamos levantar la voz si ya nos decían que era todo MUY díficil?

El simbolismo del fallo de la Corte Suprema de la Nación (la misma que hace unos meses no permitió que avance la democratización de SU estructura) es potencialmente superior a la realidad actual.

Es que nos dice sin tapujos: "Esta LEY es CONSTITUCIONAL". "Esta LEY NO AFECTA la LIBERTAD DE EXPRESIÓN". Nosotros ya lo sabíamos. Porque no fue una normativa que se hizo de un día para el otro como cientos de parlanchines opositores dicen. Sino que venía de una profunda militancia de la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Y además lo sabíamos, porque había sido APROBADA por la GRAN MAYORÍA del CONGRESO NACIONAL.

Tenemos ahora un doble objetivo, al menos desde mi rol de comunicador así lo veo:

1. Militar el fallo de la Corte. TODA la sociedad debe entender que esto no es un gobierno contra una empresa, esto es la SOCIEDAD contra las CORPORACIONES. Es una ley que nos hace más libres. Sí, hoy somos un poco más libres que ayer en el ámbito de los medios. Obvio, se debe cumplir y faltarán otras tantas "batallas". Pero conceptualmente, lo somos.

Además, como educadores que somos con la palabra, tenemos que lograr hacer entender a los estudiantes, recién egresados y algunos colegas también, que el fallo de la Corte llama a desmonopolizar la palabra y a democratizar el sistema de medios. Ya no nos tienen que enseñar una ley manchada de sangre.

2. Bregar el efectivo fallo de la Corte. Ahora es tiempo de que el Estado y sus instituciones, sin ningún tipo de interés de fondo, haga cumplir de forma efectiva la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a TODOS aquellos que les competa: se llame Clarín, Telefónica, Spolsky o el que sea. TODOS adentro de la LEY.

Amigos, compañeros, gente. La libertad de un pueblo se construye de a poco. Que falta mucho, ya lo sabemos. Que aún hay leyes vigentes de la dictadura, también. Que a veces nos encontramos con contradicciones, todo el tiempo. Pero que lindo es hacer carne los ideales de los que murieron y dejaron su vida por la Patria y la Democracia: llamalos San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón, Eva, Alfonsín, Néstor...

Y sí, te cierro así: "Con Cristina tenemos la Ley de Medios". Acá lo tenés completo al fallo.

Hoy somos un poco más libres que ayer, pero no que mañana. A seguir trabajando entonces.